lunes, 16 de agosto de 2010

El cielo astronómico de Agosto


M17 in LHa
Brillante nebulosa visible en esta época

Fotografía CCD tomada por ecliptico
desde Santiago, Chile.
EL CIELO DEL ANOCHECER

Aproximándose al cenit, el Escorpión adorna la bóveda celeste con el rubí de su encarnado corazón, Antares, y la belleza de su amenazante cola.
Hacia el sur culminan Alfa y Beta de Centauro, en pos de la Cruz del Sur, en tanto Canopo se sumerge en el horizonte suroeste y, Achernar y Fomalhaut se alzan por el sureste.
Vega de la Lira se alza en el nororiente mientras Arturo del Boyero y Spica de la Virgen marchan al ocaso.
La Vía Láctea cruza la bóveda estrellada desde nororiente a suroeste rozando el cenit, y para madrugadores, alrededor de las 5 de la madrugada podrán verla tendida a lo largo de horizonte.

EN EL CIELO ESTRELLADO

En el anochecer de agosto, la hermosa constelación del Escorpión domina la bóveda celeste, siendo visible sobre nuestras cabezas al final del crepúsculo vespertino. Directamente al sur de la cola del Escorpión queda la pequeña constelación Ara, el Altar, a menudo desdeñada en beneficio de sus brillantes compañeras.
Ara tiene antiguos orígenes, y varias historias insinúan un significativo rol en la mitología. Una de ellas afirma que Ara era el altar usado por los Centauros en sus sacrificios, según otra creencia, es la sagrada piedra donde los dioses se juraban mutuas lealtades.

En relación a su tamaño en el cielo, Ara queda en el lugar 63 entre las 88 constelaciones. A pesar de su disminuida área contiene varios objetos de interés. A simple vista un par de estrellas, Beta y Gamma, resaltan por ostentar la primera, y más brillante, netos tonos naranjas, en tanto la segunda luce con tintes azulados.
Unos pocos grados al noreste de Beta encontramos un magnífico cúmulo globular de sexta magnitud, NGC 6397 que, si bien se puede observar a simple vista desde lugares muy oscuros, precisa de aberturas de 10 cm para resolver muchas de sus estrellas componentes; este cúmulo, a pesar de su distancia de 7 500 años luz, esta entre los más cercanos.

Si nos dirigimos a la esquina noroeste de Ara encontraremos a NGC 6193, un excelente cúmulo abierto al alcance de telescopios pequeños. Allí esta la doble h4876, cuyas componentes de magnitudes 5,6 y 6,8 a 10 segundos de arco se resuelven con facilidad. La estrella HD 156274 es una atractiva doble ubicada a medio camino entre Alpha Arae y Eta Scorpii. La secundaria de magnitud 8,6 esta a unos confortables 10 segundos de arco de la primaria de magnitud 5,5.

Nuestra siguiente parada esta en el oeste de Ara, unos pocos grados al sudoeste de Zeta y cerca del límite norte de la constelación con su vecina Norma. La variable R Arae es una binaria eclipsante que varía entre las magnitudes 6,0 a 6,9 en 4,4 días. Para hacer las cosas mas interesantes, es una estrella doble, cuya compañera de magnitud 8 esta a 3,5 segundos de arco mostrándose fácilmente en pequeños instrumentos.

LOS PLANETAS

Al atardecer, en hermosa conjunción, vemos sobre el NNW a Venus, Saturno y Marte y, bajo ellos a Mercurio, que alcanzará su máxima elongación oriental de 27° el 7 del mes. Esta configuración quedará incluida en el campo de un par de binoculares durante los primeros 12 días del mes.

Para el 11 el plateado hilo del creciente lunar lucirá junto a Mercurio, luego en los siguientes dos días, empezará a elevarse discurriendo junto al trío planetario, en tanto que Saturno, con magnitud 1,1, se desliza al oeste viéndosele cada vez más bajo en el horizonte. Venus y Marte, luciendo magnitudes –4,4 y 1,5 respectivamente, se desplazan al este internándose en la constelación de Virgo.
Venus terminara por sobrepasar a Marte el 19, llegará a su máxima elongación oriental de 46° el día 20, y entrará en conjunción con Spica el 1 de septiembre.

Mercurio se sumergirá en el brillante entorno solar a contar de la tercera semana del mes, en tanto que Saturno lo hará para comienzo de septiembre.

A las 22 horas por el oriente se alza Júpiter con magnitud –2,8 en Piscis y, a unos dos grados sobre el, y un poco a la izquierda, podemos ver a Urano que luce a 5,8. Al mismo tiempo en el oeste se ha puesto el conjunto planetario que tan grata vista desplegó al atardecer.

Extraído del Artículo de León Villán, publicado en el Boletín de Agosto 2010 de ACHAYA.

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